La bella ilustración conmemora la trayectoria de la Biblioteca Nacional de España desde que fuera abierta al público en este mismo día de marzo de 1712, por orden de Felipe V, el primer rey español de la dinastía de los Borbones que ocupó el trono. Y pronto se empezó a construir su sede en el pasadizo que unía el Real Alcázar de Madrid con el convento de la Encarnación.
El Rey reunió en ella las bibliotecas de los nobles emigrados que luchaban en la guera de apoyo de Carlos de Austria para inducir el estudio de sus subordinados. Consiguió una extensa colección de ricos volúmenes privados, muchos de los textos procedían de las bibliotecas personales del Conde de Aguilar o el Duque de Medinaceli. Su primer documento llevaba por título 'Bibliotheca Universal de la Polygraphia Española' y fue publicado en 1738.
La Biblioteca Nacional de España fue bautizada como tal un siglo después, en 1836, cuando el Rey la dejó en manos del Ministerio de la Gobernación. Tras la época de desamortización reclutó un gran número de obras que aumentaron considerablemente el archivo de la Biblioteca que en la actualidad se dedica a adquirir y custodiar libros, revistas, mapas, grabados...
Toda la cultura popular se reunía en una sede, La Hemeroteca Nacional, el Instituto Bibliográfico Hispano y el Centro del Tesoro Documental formaban un todo con la Biblioteca en 1957. La Biblioteca Nacional de España cuenta con más de 30.000 manuscritos, unos 3.000 incunables, 500.000 impresos de la primera mitad del XVII que suman más de 28 milllones de antiguas publicaciones producidas en España desde ese mismo siglo.
También se encarga de difundir su patrimonio bibliográfico a través de la Bibliografía Española y de catalogarlo. Además, realiza numerosas actividades poniendo a su disposición salas de lectura o consultas a través de internet.
La Biblioteca Nacional de España comparte el edificio que ocupa el Museo Arqueológico Nacional en el Paseo de Recoletos de Madrid.
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