jueves, 10 de abril de 2014

Hemeroteca: Andalucía en la Historia, nº 44, abril-junio 2014:


Andalucía en la Historia Nº 44. Abril 2014

El último número de la revista ‘Andalucía en la Historia’ se acerca a la vida cotidiana en el Siglo de Oro desde una perspectiva novedosa que incide en lo que se esconde tras las normas y reglas de una sociedad (aparentemente) confesional.


El dosier del último número de la revista ‘Andalucía en la Historia’ (AH 44, abril-junio de 2014) se acerca a la vida cotidiana de las personas que habitaban los principales pueblos y ciudades de Andalucía en el Siglo de Oro desde una perspectiva innovadora, que pone en evidencia que la sociedad andaluza fue mucho más rica y diversa abierta de lo que aparentemente pudiera presuponerse en  una sociedad confesional en la que la Iglesia y las elites nobiliarias tenían la última palabra en materias de moral, justicia y fe. Como indica el coordinador de este monográfico, el director de la revista ‘Andalucía en la Historia’ y profesor de Historia Moderna en la Universidad de Córdoba, Manuel Peña Díaz, en este dosier  se ha puesto el acento en lo  que “había latente tras las reglas, tras lo aparentemente común o aceptado o lo que se escondía tras los roles, ya que los andaluces no fueron sujetos pasivos adocenados por los discursos oficiales”.
El monográfico estudia cómo se articularon las desigualdades económicas y la polarización social creando una sociedad en la que, en clara similitud con nuestra situación hoy, los ricos eran más ricos y los pobres más pobres; cuáles eran los sonidos (toques de campanas, pregoneros, etc.) que envolvían la vida cotidiana; cuáles eran los momentos en los que los andaluces salían a la calle para organizar rogativas para pedir el cese o el inicio de las lluvias o se reunían en las tabernas para, al calor del vino y la lumbre, poner en común experiencias cotidianas; con qué interés se recepcionaban las novedades que llegaban de América y de Asia; cuáles eran los impresos que, dejando a un lado los libros de moral y religiosidad popular tan abundantes en la época, eren vendidos y comprados por las calles y, por último cómo se amaba y se era amado más allá de lo que dictaba la Iglesia y las (buenas) costumbres.

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