Ken Follett se adentra en su épica nueva novela en uno de los mayores misterios de la historia: la construcción de Stonehenge.
UN MINERO DEL SÍLEX CON UN DON
Seft, un extractor de sílex con un talento único, recorre la Gran Llanura en pleno calor estival para presenciar los rituales que señalan el comienzo de un nuevo año. Está allí para intercambiar sus piedras en las celebraciones del solsticio y encontrarse con Neen, la chica a la que ama. La próspera familia de Neen le ofrece además una forma de escapar de la brutalidad de su padre y sus hermanos acogiéndolo en su comunidad de ganaderos.
UNA SACERDOTISA QUE CREE EN LO IMPOSIBLE
Joia, la hermana de Neen, es una sacerdotisa idealista y con una increíble capacidad de liderazgo. De niña, asiste cautivada a la Ceremonia del Solsticio de Verano y sueña con un nuevo y espectacular monumento levantado con las piedras más imponentes del mundo. Pero la agitación está creciendo en las colinas y bosques de la Gran Llanura.
UN MONUMENTO QUE DEFINIRÁ A UNA CIVILIZACIÓN
La visión de Joia de un enorme círculo de piedras, reunidas por las divididas tribus de la Gran Llanura, inspirará a Seft y se convertirá en la obra de su vida. Sin embargo, a medida que la sequía arrase la tierra, la desconfianza crecerá entre los ganaderos, los cultivadores y los habitantes de los bosques..., y un acto de violencia salvaje provocará una guerra abierta.
Lo sabes aunque no te lo he dicho / Candela Sierra
Premio Nacional de Cómic 2025¿En qué momento nos hemos vuelto especialistas en leer y escuchar en diagonal, barrer debajo de la alfombra y mirarnos el ombligo sin descanso? Narcisismo, falta de comunicación real, gestión emocional nula… Las relaciones contemporáneas, ya sean laborales, familiares, de amor o de amistad, se caracterizan cada vez más por el temor al compromiso y la tendencia a eludir conflictos, todo ello exacerbado por nuestro enganche a las redes sociales.
Desde el humor y la reflexión crítica, Candela Sierra indaga en los problemas de comunicación cotidianos sintomáticos de nuestra época, poniendo el foco sobre la superficialidad de las relaciones, cierta miseria moral o nuestra tendencia a comportarnos como auténticas ovejas.
Y lo hace sacándole todo el jugo a los recursos expresivos que ofrece el lenguaje del cómic: los personajes se enfadan por fallos de rácord, cortan por elipsis o desaparecen detrás de bocadillos ególatras, en una paleta cromática muy personal que bebe de influencias como la de Brecht Evens.
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