Con "Un bicho extraño" que primero era un huevo y terminó siendo ratón. Libro de ida y vuelta o de nunca acabar que propició la complicidad de los pequeños con el monitor. Había que prestar atención y seguir las explicaciones, así como expresar artísticamente el desarrollo de la historia en una ficha en blanco para colorear. Se completó la sesión con la proyección del cuentacuento de Beatriz Montero basado en el libro "Quién quiere jugar conmigo".
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